Antonio Villanueva nace en Toledo en 1940, ciudad en la que pasó su infancia y cursó estudios medios. Tuvo su primer contacto con la pintura a través del pintor toledano, Enrique Vera, con el que trabajó como aprendiz pintando sus primeras telas. Más tarde se traslada a Madrid donde se licencia en ingeniería en la Escuela de Telecomunicaciones y una vez finalizados los estudios trabaja como ingeniero con el único objetivo de ahorrar lo suficiente para trasladarse a la capital francesa y hacerse pintor.

En el ’62 llega a Paris con el firme propósito de estudiar pintura; pronto cambió las clases teóricas de la academia, a la que sólo acudió tres días, por la práctica de los museos y de las calles del barrio latino y Saint Germain de Pres. Afincado en este último barrio convivió con un gran número de artistas bohemios y trabajó como dibujante, ilustrador y actor. Viaja a las islas Canarias donde se instala en Lanzarote, isla en la que conoce a César Manrrique con quien colabora en diferentes proyectos. Posteriormente se traslada a Las Palmas de Gran Canarias donde abre un estudio.

Regresa a Madrid como ilustrador en «Pueblo», «Triunfo» e «Informaciones», en este último rotativo nace Jeremías, una tira satírica. Animado por los comentarios de sus amigos viaja por primera vez a Ibiza en 1968, isla en la que descubre unas gentes y forma de vida que le hacen creer que es el lugar ideal para vivir y trabajar. Se instala en Santa Eulalia del Río y en Sandy´s Bar, centro de reunión de una gran variedad de artistas, entabla contacto con actores como Terry Thomas, Susan y Denholm Elliott, Ángela Molina, Diana Rigg…

Escritores como Robert Sheckley, Howard Sackler y pintores como Graham Coughtry, Dimitrenko, Ian Galbraith, Bechtold, Urculo, Micus, Munford, Elmir De Hory, Monrreal, Peter Unswoorth, Keith Tomlin y Manolo Monpo, con el que trabajó estrechamente. Durante esta época dirige su único corto «Fuga sin Tocata, 2ª parte», galardonado con el primer premio internacional de Ibiza. Viaja a New York con el objetivo de conocer el ambiente artístico de la Gran Manzana y ampliar su formación y experiencia.

En 1977 regresa a Ibiza, fecha en la que nace su primera hija Alejandra, feliz acontecimiento que se refleja en el incremento de su producción artística.
En 1978 expone en la sala «El Polvorín» del Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza.En 1982 nace Laura su segunda hija.
Con base en Ibiza realiza constantes viajes y exposiciones por Europa, principalmente en Suiza y Alemania. Arco alberga una exposición individual de Villanueva en 1983.

Abre estudio en Madrid y en Saint Paul de Vençe donde trabaja con el marchante Fernand Malé y a la sombra de la fundación Maegh expone en Saint Paul de Vençe y Montecarlo. En 1990 y con la colaboración de Julio Cerón expone en la Universidad Complutense de Madrid.
Desde 1993 se establece definitivamente en Ibiza, donde sigue pintando en su estudio del valle del Morna una gran variedad de cuadros que han sido expuestos en diferentes países de Europa y América.

En 2004 traslada su estudio a una nave industrial semi abandonada que rehabilita para convertir en un efervescente centro artístico que renueva el panorama cultural ibicenco y por el que se mueven los numerosos artistas a los que apadrina: exposiciones, videoarte, teatro experimental, música, diseño…son unos años de intensa actividad que fructificarán en obras tan notables como la serie de pinturas y esculturas sobre el tao o la exposición “Somos muchos”, donde critica con grandes dosis de sarcasmo la cada vez mayor masificación y degradación de la isla.

Hoy día, y al margen de sus continuas exposiciones en Ibiza y en ciudades como Saint Paul de Vence, Viena, Madrid o Ámsterdam, sigue trabajando en diversas ideas como el dibujo de una crónica diaria de sucesos, la continuación de sus esculturas y pinturas inspiradas en el tao, con la idea de plasmar ambos proyectos en sendos libros en un futuro próximo, así como en una serie de pinturas inspiradas en sus películas favoritas de cine negro.